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LA
CONSAGRACIÓN DE CARLOS GARDEL
En
el año 1913, formando un cuarteto, Gardel, Razzano, Martino y Salinas
decidieron cumplir con una gira por localidades cercanas. Comienzan con Zárate,
siguen con San Pedro, y las desventuras económicas van naciendo de a una
y en masa. Los resultados no son buenos, los contratos no existen o, en
todo caso, no se respetan. Así es que el cuarteto comienza a disgregarse,
Salinas se separa y continúa Gardel-Martino-Razzano formando lo que se
llamó “Terceto Nacional”. La última presentación la hicieron en el
“Cine 43” de General Viamonte; allí se separa Pancho Martino: “la
cosa no camina...” Al
quedar Gardel y Razzano, se animaron a continuar en gira, sin que variase
el fracaso... Se produjo así el regreso a Buenos Aires “con las
guitarras entre las piernas”. Poco después, en una cena que se ofreció
en la casa de Madame Jeanne, Gardel y Razzano “afilaron sus voces y se
cantaron todo”. La
fiesta en lo de la mujer fue coronada en el “Armenonville”. Allí
corrió el champagne y a todos les picó el deseo de volver a escuchar al
dúo casi desconocido de cantores. Ellos no se hicieron rogar: empuñaron
las violas y comenzaron a cantar.. El
silencio que se produjo fue total y la gente del lugar fue impactada por
el dúo. Fueron tantos y tan calurosos los aplausos y los pedidos de
“bis”, que de esa noche salió un contrato para el Armenonville. A
las 22hs del día siguiente debutaron en el lugar, propiedad de los señores
Lanzavechia y Loureiro... Y por si eso fuera poco, compartieron cartel con
un conjunto que integraban Roberto Firpo (piano), Eduardo Arolas (bandoneón
y Tito Roccatagliata (violín).
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